Es complicado enfrentarse a una obra debut desde la perspectiva del lector. Uno tiene miedo de juzgarla apresuradamente sin tener en cuenta que no hay una experiencia previa o bien de todo lo contrario, ser demasiado condescendiente y pecar de falta de objetividad. Súmese a eso que se conoce y se quiere a la autora, como es este caso. Voces Entrelazadas es la primera novela de Sara Del Pozo López (que firma como Sara Saudade), y aunque todavía no está publicada por el sello Selecta, que será quien la lance en febrero (si bien ya se puede reservar en este enlace), yo he tenido el gusto de disfrutar por adelantado de ella. Intentaré ser todo lo justo y al mismo tiempo ecuánime que pueda, pero sin descuidar los sentimientos, esos que Sara sabe plasmar tan bien en cada párrafo.
Si hubiera que utilizar un adjetivo para definir la novela, sería precisamente el de sentimental o emocional. Su autora diría probablemente que la historia es muy intensa. No le falta razón. Los personajes sufren de lo lindo, exploran sus sentimientos, caen al vacío, se desgarran, retuercen, lloran, pero también todo lo contrario, ríen jubilosamente, disfrutan, celebran y se aman con fuerza.
La protagonista principal es Lucía, una veinteañera que está atravesando una época muy complicada de su vida, algo perdida, sin objetivos claros ni rumbo definido, atormentada por la pérdida de una persona muy especial que significaba todo para ella y que se fue sin despedirse. La historia se centra en su proceso de redescubrimiento, exploración personal y búsqueda de ese algo que la haga enfrentarse a su propio dolor para poder encontrar nuevos caminos y seguir hacia adelante. A lo largo de ese proceso, se encontrará con Álex, un chico que ejercerá una influencia fundamental sobre ella y la ayudará a dar esos pasos tan necesarios.
Los otros personajes principales son los miembros de la particular familia de Lucía. Su madre Lidia, con la que convive, Salva y Mar, que ejercen como padres no biológicos, así como Bea, hija de estos y mejor amiga de Lucía, y su hermano Marquitos. En el otro polo, está la némesis de la protagonista, Raquel, una chica obsesionada con las apariencias que trabaja para Mar y Lidia y a la que la autora describe con especial mordacidad y mala baba a través de las palabras de Lucía. Tampoco hay que olvidar al entrañable librero Julián ni a la prima de Álex, Bea, personajes secundarios pero con roles relevantes.
Pero tan importantes o más que esa trama principal, son por una parte los flashbacks o escenas en las que Lucía recuerda a esa persona inolvidable a la que añora continuamente y por otra los pasajes de un libro inventado por Sara llamado Nefelibata, que se entremezcla con la propia historia de Lucía y Álex y tienen una poderosa carga metafórica. Por lo tanto, hay un cierto componente de metaliteratura en la novela que la enriquece.
En mi opinión, es en estas aguas donde la autora se mueve con mayor soltura, comodidad, desahogo y también brillantez. Es aquí donde despliega todo su talento lírico, que ya era bien conocido por su magnífico blog Letras En el Aire. Hay muchas páginas de Voces Entrelazadas que son pura poesía, llenas de musicalidad e imágenes descritas sin recarga adjetival, con elegancia, sutileza pero al mismo tiempo esa intensidad que caracteriza la escritura de Sara.
Nefelibata es el relato de la Dama del Bosque, su amante, su hija y la Dama Fría. Está expuesto en fragmentos al principio de algunos capítulos y esbozado con muchísima inteligencia, belleza y magia. Me gustaría poder leer el libro entero, así que le lanzo un reto a su creadora para que nos lo regale algún día (con notas a pie de página incluidas).
No obstante mis favoritas personales son las páginas en las que Lucía recuerda a ese ser querido que se la fue demasiado pronto, esos saltos atrás en el tiempo, con reflexiones de la protagonista que resultan realmente conmovedoras y emocionan, repletas de melancolía, aunque algunas son realmente desgarradoras y tristes.
Todo esto no quiere decir que la novela no funcione en su recorrido principal, en absoluto. Al contrario, es una prosa que encaja como anillo al dedo y no chirría en absoluto. Cumple perfectamente con las pretensiones de una novela orientada a un público joven. Está llena de dinamismo y se lee de forma muy sencilla, sin por ello desmerecer su calidad. Es cierto que a algunos lectores menos habituados a ese lenguaje poético, reflexivo e introspectivo les costará más pasar por ciertas partes, que a mí sin embargo me parecen las mejores.
Por otra parte, creo que esa zona en la que Lucía se mueve con su familia y, en menor medida, con Álex, encontrará mucha mejor acogida entre lectores que se acerquen a la obra desde una perspectiva optimista y esperanzada de las relaciones humanas, que entre los que las vean de forma negativa como una decepción constante o incluso como un obstáculo, algo que por desgracia es bastante frecuente en los tiempos que corren. A estos les pueden empalagar determinadas partes en las que la autora trata de homenajear algunas de sus propias relaciones personales y familiares o bien expresar su ideal de cómo deberían ser.
Y aquí llegamos a una clave fundamental de este trabajo. Aunque Selecta sea un sello dedicado a la literatura romántica, Voces Entrelazadas no es un libro que se pueda englobar en esa categoría, pese a que tenga algunos de sus componentes. Es una narración de autoexploración, muy apropiada para ser una ópera prima (si hablamos de novela, porque en otros terrenos Sara es una literata con experiencia). Una novela de autor con todas las de la ley, independiente y personal, si bien rescate elementos propios de géneros más comerciales, incluso con ciertos matices de la literatura fantástica.
Es en definitiva una voz propia e identificable de alguien que sabe hacer algo tan complicado como reunir palabras y ponerles una partitura llena de emociones y ritmo que expresan juntas mucho más que por separado y son capaces de evocar todo un conjunto de conceptos y figuras en movimiento. Y, aunque tenga todavía camino por recorrer en cuanto a la ejecución de su prosa, esa senda es sin duda prometedora.
Me siento muy orgulloso y privilegiado por haber sido de las primeras personas en haber podido leer esta obra. Agradezco a Sara su confianza, espero haberla merecido y estar a la altura con esta modesta crítica y valoración que no es más que una opinión subjetiva a la que debe hacer el caso justo, porque lo que importa es lo que ella sienta y lo que le diga su propia voz interior. Que ojalá siga hablando sobre el papel durante muchísimo tiempo.